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Historia del museo de los molinos de Mazonovo en Taramundi, El primer museo de Asturias según Tripadvisor |
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Historia del museo de los molinos de Mazonovo en Taramundi, El primer museo de Asturias según Tripadvisor |
La historia de nuestro museo comienza a finales del siglo XIX, cuando Manuel López-Cancelos López emigrado a Argentina decide regresar con los ahorros allí conseguidos. Buen carpintero y albañil, profesiones que desempeñó en su estancia en el país sudamericano, y conocedor de los molinos ya que su padre disponía de uno de muy reducidas dimensiones, decide invertir sus ahorros en la construcción de un molino de maquila.
Tenía muy claro por aquel entonces, que su ubicación era estratégica para conseguir el mayor número de clientes, Mazonovo era un lugar idóneo, por ser encrucijada de varios caminos que conducían a aldeas cercanas y muy próximo a la capital de Taramundi, a escasos 400 metros.
Para llevar a cabo esta tarea, lo primero consistía en la adquisición de los terrenos; La situación que consideraba idónea era la del EDIFICIO-3 del actual museo (Margen derecha del rio Cabreira), pero el gran inconveniente residía en la propiedad, ya que estos terrenos pertenecían al marqués y éste disponía de molinos de maquila en el mismo Mazonovo, pero en el río Turía.
He pues que la opción elegida tuvo que ser modificada y realizar las obras en la margen izquierda del rio, terrenos que Manuel adquiere el 25 de Marzo de 1.899.
En un principio en el edificio se instalaron dos pares de piedras, unas destinadas a la molturación del trigo y centeno, y las otras para forraje de animales. Con el transcurso del tiempo, las piedras instaladas no son suficientes para moler la creciente demanda de este servicio, por lo que en 1.921 se instalan un nuevo par de piedras.
En Octubre de 1.929 se adquiere una dinamo de 4 kw 220 V., que movida por un rodezno se utiliza para electrificar los pueblos de Taramundi, Vega de Llán y Nogueira. Debido a la rápida demanda, en 1.936 se decide la ampliación de la central eléctrica,
con el pedido de un alternador de 11 KVA 220-380 V., pero el estallido de la guerra civil da al traste con este proyecto.
Finalizado el conflicto militar, y dado que el local de este edificio se hacía pequeño para las nuevas instalaciones proyectadas habiendo posibilidad de ampliación, se decide la construcción de un nuevo edificio en la margen derecha (actual EDIFICIO-3); Para ello también es necesario la construcción de un acueducto, para llevar el agua a las nuevas instalaciones, en las que se monta una turbina francis de cámara abierta, la cual mediante un eje de 6 metros de largo que atraviesa el nuevo edificio transmite la energía para mover tres pares de piedras y la nueva central eléctrica.
Una vez traspasada la totalidad de la actividad al nuevo edificio, en el primitivo se instaló un aserradero, que funcionó durante varios años, una vez paralizada esta actividad el edificio quedó totalmente en desuso y con el transcurrir de los años se convirtió en un montón de escombros.
Los molinos se mantuvieron en explotación hasta principios de los años 90 y la central suministró energía al núcleo de Taramundi y pueblos del alrededor hasta el año 1.982, aunque siempre estuvo en funcionamiento suministrando energía a la vivienda del propietario.
En 1.997, los nietos de Manuel, deciden acondicionar el EDIFICIO-3 y transformarlo en un museo, abriendo las puertas el 1 de Julio de 1.998. Pero esta iniciativa se prolonga a lo largo de los años ya que tras esta primera fase le siguieron otras como la construcción de los molinos: asiático, brasileño, de mazos y la recuperación desde sus cimientos del primitivo molino de su abuelo. No sin poco esfuerzo se ha remodelado el canal de abastecimiento de agua, los miradores y refuerzo de la toma de agua que ocasionaba serios trastornos en las crecidas del rio. También ha supuesto un gran esfuerzo e inversión la adquisición del EDIFICIO-1 y su comunicación con el resto del complejo, el nuevo parking... y por supuesto aún no hemos terminado.